Aramí Ullón: “sigo explorando la identidad y el sentido de pertenencia desde diferentes experiencias”

¿Podría decirse que el acto de narrar sea una necesidad? Ciertamente.
Las historias otorgan poder a quien las hace suyas y las comparte con los
demás. Restituyen. Reivindican. Sanan. Aramí Ullón, por ejemplo, es
alguien con el talento y la sensibilidad propicias para que su narrativa,
además de interpelar, sea una con la que identificarse, con la que
empatizar.
Su reciente incorporación como miembro de la Academia de Cine
Europeo (EFA, por sus siglas en inglés) constituye un reconocimiento a
su carrera como cineasta, en la que destacan "El tiempo nublado" y
"Apenas el sol", ambas, realizaciones recibidas con mucho entusiasmo
en la comunidad internacional.
¿Qué guardará Aramí en su ropero creativo? Amablemente, nos lo
comparte en esta entrevista.
¿Qué historias le interesarían en adelante contar a Aramí?
Hay tantas que no me alcanzaría el tiempo de vida para contarlas todas.
Y eso hace que la decisión de cuál de ellas contar sea crucial, porque el
tema que elija me ocupará día y noche, por años. Por el momento sigo
explorando la identidad y el sentido de pertenencia desde diferentes
experiencias. En unos meses, seguramente, el siguiente proyecto que
ahora está en desarrollo tomará una forma más concreta y podremos
conversar más en detalle sobre él.
Los temas que recurren en tu narrativa revisten todavía de
sensibilidad en nuestro medio local. ¿Cuáles fueron tus principales
motivaciones y obstáculos al decidir abordarlos desde el cine?
Sí, Paraguay es un territorio rico en historias. Al volverme migrante esas
historias me ocuparon todavía más. Tomando como tema central el
significado del hogar -que para mí es un verdadero misterio,
intrínsecamente subjetivo y a la vez universal- es inevitable mirar a mi
país de origen. En el caso de mi segundo largometraje, Apenas el Sol,
exploro la pérdida del hogar desde la experiencia de desarraigo de los
Ayoreo que fueron arrancados de sus territorios. Ese territorio político
que llamamos Paraguay, tiene historias hermosas, pero también tiene
historias llenas de dolor, injusticia e impunidad. El caso Ayoreo es uno
de los ejemplos brutales que puede tornar nuestra mirada hacia cada
uno de los desarraigos sufridos por otros pueblos originarios, por
campesinos, por la gente más vulnerable de nuestra sociedad. Estas
situaciones se repiten día a día. Desafortunadamente, no son casos
excepcionales.
Un sello personal de tus producciones es el intimismo sin vulnerar la
privacidad de tus personajes. ¿Cuál es el punto de ese equilibrio para
comunicar con belleza?
Encontrar ese equilibrio es un desafío enorme, pero es lo que me
interesa: la vivencia personal que deja ver los aspectos sociales y
políticos que atraviesan al individuo y cómo lo afectan, sin poner énfasis
en ellos. Esa es la búsqueda narrativa, en ambas películas (El tiempo
Nublado y Apenas el Sol).
Dentro del medio cultural paraguayo o regional, ¿qué podría
inspirarte a nuevas creaciones?
Es una verdadera alegría porque desde ahora puedo representar a mis
dos hogares, Suiza y Paraguay, participando de la EFA (European Film
Academy) y de la Academia de Cine de Paraguay, respectivamente.
Colaborando con grandes profesionales del cine en ambos casos. Como
te darás cuenta, de nuevo aparece en esta respuesta el tema del hogar,
es una búsqueda constante. De eso ya no queda duda.
Por Victor Balbuena
